La paradoja del mercado discográfico: mientras muchas bandas anónimas aspiran como sueño mayor a un contrato con una multinacional, los artistas consagrados buscan liberarse de los acuerdos chupasangre que imponen ciertos sellos. Prince es un luchador modelo, Radiohead también aportó lo suyo en pos de descontracturar el sistema discográfico y a unos kilómetros de distancia, Leo García apunta en la misma dirección con El milagro del pop, su último proyecto.

Sin contrato a la vista, de gira junto a Soda Stereo y sin presión de la deadline, Leo reunió en los últimos tres años una buena cantidad de material que irá repartiendo a cuenta gotas: cada dos meses realizará un show y con la entrada se entregará un disco de seis temas. Todo el material (unas sesenta canciones) aterrizará en las disquerías al finalizar la serie de recitales. El milagro del pop es la primera entrega surgida de esta colección.

De producción austera pero sonido nítido, este mini disco de seis temas que él mismo introduce como “un viaje musical”, vuelve a juntar al ex Avant Press con su co-equiper Pablo Schanton en las letras. Y si musicalmente Leo tuvo estuvo marcado en trabajos anteriores por un electro-pop festivo, aquí hay una fuerte presencia del querido pop de tintes electrónicos pero slow-tempo. Dentro de esta corriente, “El secreto” se destapa como una pieza acústica y sensual, “El milagro del pop” cruza un sonido orgánico con tintes melancólicos mientras que “La única estrella sos vos” hace alardes del costado más rockero de Leo. Por su parte, “La música es lo más” se mantienen alineada a la corriente tradicionalista de pop burbujeante.

“Creo que las ideas se fueron de moda” recita Leo en “El milagro del pop”; indudablemente, mala o buena, Leo tuvo una y la impregnó de suavidad y colores pasteles.

Jesica Rosenberg

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