Estrena su primer disco en cinco años ("Común y especial"), habla de sus visitas a Cerati y se define como provocador.

Por: Nicolás Igarzábal, Especial para el Suplemento Sí!

Ya comienza mi nota con el Si!, la verán el viernes", tipea Leo García en su Twitter apenas arranca la charla. En su perfil dice, modestamente: "El rey del pop argentino". Después repasa fotos en su Facebook (/Elgran Artista), que van desde Warhol y Maradona hasta Sandro y Gilda. Eclecticismo puro, para un músico capaz de reversionar tanto a Ricky Martin como a Litto Nebbia. "Tengo la suerte de ser amigo de Litto y de Moris, de poder grabar en su estudio, de hacer zambas y tangos. Fui aceptado por los grandes maestros de rock nacional y quiero continuar ese legado". Otro aliado curioso: el Toti Iglesias. "Es un gran cancionista, me gusta Jóvenes Pordioseros e Hijos del Oeste. Es un divino. Una vez me dijeron 'puto' en la calle y salió a defenderme".

-¿Y con el heavy metal cómo te llevás?

-¡Me encanta! El heavy metal es lo más. Rata Blanca me parece genial y Almafuerte también, de hecho tengo sus discos. Soy fan total de Pappo, un investigador profundo de la materia. Aguante el rock argentino, loco, el rock ar-gen-ti-no. Aguante el heavy metal y Flema.

El cantante-de-la-ceja-cortada está presentando Común y Especial, su primer disco en cinco años. "El proyecto era hacer un disco de 60 temas, pero si sacaba esa caja, tenía que esperar otro año más y ya estaba harto de no estar en las bateas. Necesitaba sacar el disco por mi bien. por mi bien mental", confiesa. "Vengo a rescatar la esencia del rock nacional, porque hoy hay más intención de candombear que de hacer buenas canciones. Me parece que nos estamos yendo del otro lado del río y me gustaría que se fuera esta moda. Amo la música argentina, soy nacionalista, no me gusta que estemos con el tambor y con los pelos por todos lados, ¡Vuelvan del charco!", grita. A pesar de los amagues electro del disco (Experimental, Disco Rollo), Leo García dice estar en la vereda del rock. "El rock es un modo de vida, no pasa por lo que vos digas arriba de un escenario o que tengas la voz así (NdeR:habla gutural) 'son todos unos tragaleches'. El rock de hoy en día es provocar: yo soy más rockero que Iorio, yo no estoy haciendo un personaje".

-En "Pasty Party" te definís como un sobreviviente del reviente de los '90, ¿Tocaste fondo?

-Sí, varias. Estuve muy depresivo, esa depresión que te quedás una semana en la cama, porque estás hecho pelota, ¿viste? Uno cree que sube, sube, sube y nunca baja. No es así. Hay que aceptar el dolor, hay que aceptar que las cosas suben y bajan. Ahora tomo más precaución, aprendí a cuidarme y a quererme más.

-¿Ahora estás arriba o abajo?

-¡En el medio! (risas). Como la resistencia de la bombita de luz estoy, entre el polo positivo y el polo negativo. Y si me siento mal, alguna gotita de Rivotril no viene mal, qué querés que te diga. Hago terapia tres veces por semana, y a veces, hasta cuatro. He llegado a ir todos los días.

La semana que viene es su cumpleaños, con número redondo. "Se vienen los 40, ¡Los 40 principales! (risas). Lo estoy tomando bárbaro, me siento mejor que nunca. Lo hablaba con Tom Lupo, y él me contaba que lo bueno de los 40 es que te aburrís rápido de todo. No te enganchás tanto. Yo me enganché mucho en melodramas y amores que no funcionaban: ahora no les doy tiempo, si no funciona, no funciona. Y no me peleo con nadie. Si algo me duele, aprendí a escaparme del dolor".

Cuando Leo habla de situaciones dolorosas se refiere a la muerte reciente de sus padres y a la internación de Gustavo Cerati. "Tengo un vínculo muy fuerte con él, además de amigo, soy un admirador de su obra. Y eso me incluye: yo soy una consecuencia de las cosas que hizo. Gustavo me ayudó de entrada a cumplir un objetivo y lo tengo que seguir. La música es sanación. Los músicos todo el tiempo nos estamos curando mutuamente".

-¿Es verdad que le cantás en la clínica?

-Sí, la última vez le canté Lago en el cielo. Pero generalmente le hablo, y para el cumpleaños le regalé un osito. Tratamos de vivir ese cumpleaños con felicidad. Todo es tan extraño. parecería que el verdadero dolor lo estamos sintiendo nosotros, al no tener una comprensión total del tema. El tiempo sigue pasando y mientras haya vida, hay posibilidades de que pueda salir de esa situación.

FUENTE: SI de CLARIN